El bolso de una señora de mediana edad se ha quedado enganchado, irremediablemente, con los agujeritos del calado de un jersey negro de una jovencita. Íbamos en el autobús y, mientras la señora intentaba desasirse, la parada en que tenía que bajar se acercaba irremediablemente. Han bajado juntas del autobús y se han ido, muy juntitas, a tomar un café charlando animadamente la una de su marido, la otra de sus clases. Quizá a estas horas ya hayan conseguido desengancharse. O quizás aún no. Te lo enseña Me Coments
Ser secretaria debe ser mucho más excitante que ser camarera. Claro que, no tanto como sería ser enfermera... Te lo enseña Me Coments