Enseñame las fotos que tienes en tu caja de galletas...







jueves, marzo 04, 2004
En fin...Extractos de "Sección Femenina" de la Falange Española y de las JONS
-partido único del Movimiento Nacional-, editado en 1958.


Ten preparada una comida deliciosa para cuando él regrese del
trabajo. Especialmente, su plato favorito. Ofrécete a quitarle los zapatos.
Habla en tono bajo, relajado y placentero.

Prepárate: retoca tu maquillaje, Coloca una cinta en tu cabello. Hazte un
poco más interesante para él. Su duro día de trabajo quizá necesite de un
poco de ánimo, y uno de tus deberes es proporcionárselo.

Durante los días más fríos deberías preparar y encender un fuego en la
chimenea para que él se relaje frente a él. Después de todo, preocuparse
por su comodidad te proporcionará una satisfacción personal inmensa.

Minimiza cualquier ruido. En el momento de su llegada, elimina zumbidos de
lavadora o aspirador. Salúdale con una cálida sonrisa y demuéstrale tu
deseo por complacerle. Escúchale, déjale hablar primero; recuerda que sus
temas de conversación son más importantes que los tuyos. Nunca te quejes si
llega tarde, o si sale a cenar o a otros lugares de diversión sin ti.
Intenta, en cambio, comprender su mundo de tensión y estrés, y sus
necesidades reales. Haz que se sienta a gusto, que repose en un sillón
cómodo, o que se acueste en la recámara. Ten preparada una bebida fría o
caliente para él. No le pidas explicaciones acerca de sus acciones o
cuestiones su juicio o integridad. Recuerda que es el amo de la casa.

Anima a tu marido a poner en práctica sus aficiones e intereses y sírvele
de apoyo sin ser excesivamente insistente. Si tú tienes alguna afición,
intenta no aburrirle hablándole de ésta, ya que los intereses de las
mujeres son triviales comparados con los de los hombres. Al final de la
tarde, limpia la casa para que esté limpia de nuevo en la mañana. Prevé las
necesidades que tendrá a la hora del desayuno. El desayuno es vital para tu
marido si debe enfrentarse al mundo interior con talante positivo.

Una vez que ambos os hayáis retirado a la habitación, prepárate para la
cama lo antes posible, teniendo en cuenta que, aunque la higiene femenina
es de máxima importancia, tu marido no quiere esperar para ir al baño.
Recuerda que debes tener un aspecto inmejorable a la hora de ir a la
cama... si debes aplicarte crema facial o rulos para el cabello, espera
hasta que él esté dormido, ya que eso podría resultar chocante para un
hombre a última hora de la noche. En cuanto respecta a la posibilidad de
relaciones íntimas con tu marido, es importante recordar tus obligaciones
matrimoniales: si él siente la necesidad de dormir, que sea así no le
presiones o estimules la intimidad. Si tu marido sugiere la unión,
entonces accede humildemente, teniendo siempre en cuenta que su
satisfacción es más importante que la de una mujer. Cuando alcance el
momento culminante, un pequeño gemido por tu parte es suficiente para
indicar cualquier goce que hayas podido experimentar. Si tu marido te
pidiera prácticas sexuales inusuales, sé obediente y no te quejes. Es
probable que tu marido caiga entonces en un sueño profundo, así que
acomódate la ropa, refréscate y aplícate crema facial para la noche y tus
productos para el cabello. Puedes entonces ajustar el despertador para
levantarte un poco antes que él por la mañana. Esto te permitirá tener
lista una taza de té para cuando despierte.


Sacado de "Economía doméstica para bachillerato y magisterio". Sección
Femenina 1958. ..


... sin comentarios, creo!!!


Te lo enseña Me



Si te quedan ganas...