He oído unos gritos como de bebé. Me asomo por el balcón y veo dos gatos a punto de devorarse. Maullándose tan fuerte que he oído y visto como se abrían varias ventanas de la calle. Se maúllan agresivamente, da un poco de miedo. Hace frío en el balcón y entro a beber un vaso de agua. Al poco se dejan de oir los gatos. Me asomo de nuevo, como una sutil marujilla de barrio, y veo a los dos animales mirándose a los ojos. Me quedo mirándolos más de 10 minutos, para ver como acaba la batalla, que seguro que se acaba mal… Me entra frío, me vuelvo dentro y, al poco me entra sueñito y me acuesto. Esta mañana, cuando he salido de casa he visto a los dos gatos aún quietos, parados, mirándose, como si se estuvieran comunicando, creo que no podrán pelearse nunca, ahora que tanto se conocen… Te lo enseña Me Coments
Sucede que es la hora de levantarse casi antes de que de tiempo a meterse en la cama… es duro y triste a la vez, pero es lo que hay. Ahora toca dormir muy rápido para recuperar esas horas que he perdido sin saber bien cómo. Un día el padre de Laura soñó que había un oficio nuevo, unos hombres que se dedicaban a dormir por horas para la gente que estaba demasiado ocupada y no tenía tiempo para hacerlo. Así, de ésta manera, hoy tendría yo que llamar al innovador servicio de sueño ajeno por horas y solicitarles un servicio de mínimo 4 horitas, lo justo para estar mañana divina de la muerte y no arrastrar unas ojeras de escándalo y no tener que aguantar durante toda la mañana el comentario de: - Qué, saliste anoche?- Te lo enseña Me Coments