Por si alguien se queda con las ganas de más poesia... Te lo enseña Me Coments
Sentimientos encontrados, contradictorios. Mi vida es un poco así. Esta poesía de Benedetti me encanta tanto que no he podido evitar compartirla con quien se acerque aquí. Viceversa Tengo miedo de verte necesidad de verte esperanza de verte desazones de verte tengo ganas de hallarte preocupación de hallarte certidumbre de hallarte pobres dudas de hallarte tengo urgencia de oírte alegría de oírte buena suerte de oírte y temores de oírte o sea resumiendo estoy jodido y radiante quizá más lo primero que lo segundo y también viceversa. Te lo enseña Me Coments
Hola soy ficha roja, y yo soy la ficha azul. Hola yo soy el dado, Ahora dime qué eres tú. Yo soy la ficha verde , la amarilla queda atrás, y todos, todos bailamos a tu ritmo y compás. Parchís-chís-chís, Parchís-chís-chís es el juego de colores que cantamos para ti. Parchís-chís-chís, Parchís-chís-chís es el juego que se canta para mí y para ti. Estamos todos muy tristes, si el dado no quiere cantar pues si no cantan los cinco no podemos empezar. Hacemos grandes carreras por ver quién puede ganar, pero hay que tener cuidado porque te pueden cazar. Parchís-chís-chís... Si matas a un compañero, veinte te puedes contar pero si llegas primero la partida ganarás. Para ahorrar mucho tiempo, la barrera formarás y hasta que no salga el seis nadie podrá circular. Primero ha llegado el rojo, Y después llegó el azul. El verde lo tiene claro, Y amarillo tururú. No todo van a ser poesias cultas y pensamientos profundos. Niños, música para todos, Parchis!!! Te lo enseña Me Coments
Me encanta Gil de Biedma, me encanta su libro "Las personas del verbo". Todas sus poesias me dicen algo, me llenan, me absorben, me fascinan. Esta es una de mis preferidas: CONTRA JAIME GIL DE BIEDMA De qué sirve, quisiera yo saber, cambiar de piso, dejar atrás un sótano más negro que mi reputación —y ya es decir—, poner visillos blancos y tomar criada, renunciar a la vida de bohemio, si vienes luego tú, pelmazo, embarazoso huésped, memo vestido con mis trajes, zángano de colemena, inútil, cacaseno, con tus manos lavadas, a comer en mi plato y a ensuciar la casa? Te acompañan las barras de los bares últimos de la noche, los chulos, las floristas, las calles muertas de la madrugada y los ascensores de luz amarilla cuando llegas, borracho, y te paras a verte en el espejo la cara destruida, con ojos todavía violentos que no quieres cerrar. Y si te increpo, te ríes, me recuerdas el pasado y dices que envejezco. Podría recordarte que ya no tienes gracia. Que tu estilo casual y que tu desenfado resultan truculentos cuando se tienen más de treinta años, y que tu encantadora sonrisa de muchacho soñoliento —seguro de gustar— es un resto penoso, un intento patético. Mientras que tú me miras con tus ojos de verdadero huérfano, y me lloras y me prometes ya no hacerlo. Si no fueses tan puta! Y si yo supiese, hace ya tiempo, que tú eres fuerte cuando yo soy débil y que eres débil cuando me enfurezco... De tus regresos guardo una impresión confusa de pánico, de pena y descontento, y la desesperanza y la impaciencia y el resentimiento de volver a sufrir, otra vez más, la humillación imperdonable de la excesiva intimidad. A duras penas te llevaré a la cama, como quien va al infierno para dormir contigo. Muriendo a cada paso de impotencia, tropezando con muebles a tientas, cruzaremos el piso torpemente abrazados, vacilando de alcohol y de sollozos reprimidos. Oh innoble servidumbre de amar seres humanos, y la más innoble que es amarse a sí mismo! Te lo enseña Me Coments